Playa, Navidad, y el momento de volver a volar...

Poco más de una semana pasamos en KL, paseando, conociendo, disfrutando y también (por supuesto), aguardando. Con la expectativa puesta en disfrutar de la generosa naturaleza de este país, esperamos la llegada de Natalia y María, quienes se nos unirían para poder continuar sorprendiéndonos, y aprovechar de algo de sol y buenas playas antes de volar a India donde, sabíamos de antemano, nos esperaban duras pruebas por pasar....
Madrugón de por medio, las esperamos en el aeropuerto después de tomarnos el café más caro de nuestras vidas (y creo también que uno de los más horrendos) y queriendo aprovechar a pleno los días que en Malasia nos quedaban, con tan solo un breve descanso para las recién llegadas, ya esa misma tarde salimos a patear KL, con paseíto incluido en el famoso Monorail.

Sin perder el tiempo, al día siguiente emprendimos la marcha; micro y casi 6 horas en la ruta nos pusieron de pie en Georgetown, la capital del estado de Penang, ubicada en la Isla del mismo nombre, a donde llegamos con la idea de poder disfrutar de las playas que, según se dice, están entre las mejores de la costa oeste de Malasia.
De manera muy pausada, recorrimos a pie parte del casco histórico, su avenida costanera con sus hermosos espacios verdes, y un muy pintoresco barrio chino, donde pudimos entrar a algunos templos y conocer un poco acerca de sus ritos y costumbres. Por la tarde, tiempo para unas cervezas y a cenar a un Food Court, un patio de comidas con diversos puestos que ofrecen gran variedad de platos típicos de Japón, China, Tailandia y algo de comida local también. Sugerencia del chef: Pato con salsa dulce y arroz con Curry. Increíble!!!
Hoy nos tomamos el colectivo y nos fuimos a visitar a Ichi y Yoshi, nuestros amigos japoneses, quienes están parando en Ferringhi Beach, una de las más hermosas playas de la costa oeste del país (y donde pudimos disfrutar de nuestro primer día de sol y arena), y el cual elegimos para poder alojarnos y pasar, todos juntos, la Navidad que ya se nos viene encima. Y lo hicimos con la esperanza de poder conocer algo más acerca de las tradiciones de este lugar, palpando de cerca cómo es que viven ellos, aquí, con su tan particular cultura, las fiestas que para nosotros son tradicionales e incluso hasta comunes, pero que aquí pueden presentar matices muy diferentes.

Si bien la Navidad no presenta para mí la característica de un festejo de tipo devocional, o religioso, no deja de ser un festejo. O al menos la oportunidad para poder pasarla bien. Y la forma, el lugar, y la compañía, hicieron de esta natividad una experiencia sumamente entretenida.
Con la expectativa puesta en poder festejar un poco, nos preparamos para ir a cenar los 4 junto a Ischi y Yoshi, nuestros amigos nipones. Luego de unos ricos platos árabes, compramos bebidas, agarramos las esterillas, y nos fuimos todos a la playa, a esperar que lleguen las 12 de la noche, y pasar una navidad diferente, ya que en realidad en Malasia, al ser un país musulmán, esta fecha no se festeja. No obstante esto, un grupo de malayos muy divertidos, reunidos en torno a un bar sobre la playa, tomaron la ocasión como excusa y no dudaron en sumarse al festejo, y al ritmo de algo de música, danzamos en la arena, mientras nos invitaban a posar con ellos en las fotos y nos convidaban con cerveza por ser nosotros "los invitados". Simpáticos, divertidos, sumamente amigables, invitaban a cuanto turista estaba a su alcance. Así se nos fue pasando la noche. Y a la mañana siguiente (todavía bajo los efectos de los festejos nocturnos), emprendimos nuestro regreso a KL, para poder allí organizar nuestra partida hacia el destino que, en mi caso, fue el motor que me llevo a encarar este viaje... pero aún, Kuala Lumpur tenía algo más que ofrecernos.

Habíamos pasado ya unos 20 días en Malasia, y no podíamos abandonar el país sin visitar uno de sus íconos más importantes: las Torres Petronas. No sólo elemento turístico de renombre, sino también, símbolo del poderío económico malayo, estos dos altos edificios construidos como sede de la empresa de petróleo nacional ostentaron hasta poco tiempo antes el orgullo de ser los rascacielos más altos del mundo. Combinando diversos elementos de la iconografía islámica con los adelantos técnicos y arquitectónicos más modernos, sorprenden con su porte erguido, esbelto, casi infinito.
Luego de unas 2 horas de espera, accedimos a la visita guiada que nos permitiría ascender hasta el famoso Skybridge, un puente sobre el piso 41 que une las dos torres, y desde donde se tiene una panorámica espectacular de la ciudad. Aunque permanecimos no más de 5 minutos en el lugar, la experiencia fue sumamente divertida y educativa, brindándole un sentimiento de orgullo a este argentino al enterarse que esta obra maestra de la ingeniería, había sido concebida por la mente brillante de un paisano de mi tierra…

Así nos despedíamos de Malasia. Con el mejor y más grato de los recuerdos. Llenos de amenas sensaciones y con la satisfacción de habernos sentidos como en casa en un lugar en donde todo era distinto, pero que al abrirnos sus puertas sin reparos, nos permitió adentrarnos en algunos de sus rincones, y ver un poquito más allá de los hermosos paisajes y sus grandes obras de ingeniería. Nos llevamos su gente y sus emociones con nosotros….




2 comentarios:

Unknown dijo...

Hola Richard:

Soy Silvia Fenoglio, te escribo desde el escritorio de mi laburo, leyendo y viendo las fotos de todos estos lugares increibles a los que estas yendo. En realidad no se si conozco las chicas con las que estas viajando... son compañeras de la facultad de Moron? Pero me sorprendio, el relato en el que contas que Caro, se fue sola a seguir recorriendo. No es un poco peligroso?
Bueno me alegro que estes disfrutando y conociendo mucho, me parece barbaro que te hayas ido de la India, no parecia un lugar muy comodo para estar...
Y me acorde que paso tu cumple... 30 años ya!!! como pasa el tiempo. FELIZ CUMPLE ATRASADO !
Te sigo en tus relatos y me encantan las fotos... subi mas! si podes. Saludos a las chicas y cuidense mucho !
Besotes !

Anónimo dijo...

hola chicos como estan la verdad que leyendo dan ganas de estar con ustedes. que sigan muy bien marta( mama de maria) abrazos para todos