Una noche de esas que no se olvidan ..


“Carlitos Bar” es el lugar de moda durante las noches de Ko Phi Phi, así que la decisión fue la de juntarnos allí después de la cena. Un grupo de francesas aguardaban allí por nosotros (Eliane, Henrique y yo), y posteriormente el grupo se ampliaría con la presencia de algunos brasileros y un par de israelíes, y muchos otros más que se nos sumaron en un momento de la noche en la cual ya no podíamos dar cuenta de quiénes éramos o con quien estábamos. Al comienzo, el alcohol fue el elemento de cohesión (como lo puede ser un buen mate en una ronda de media tarde), pero enseguida se transformó en el motor que nos movilizaría durante toda aquella vibrante e interminable velada.  

Era temprano, y si bien el show de malabares con antorchas y la música invitaban a quedarse, el ambiente se nos presentaba demasiado tranquilo, por lo que nos movimos al Tiger Bar, en busca de un poco más de acción. Y sin poder evitarlo, en el camino nomás caímos bajo la tentación de los tan mentados “bucket´s”: baldes plásticos de diversas medidas, en los cuales se vierten todo tipo de bebidas alcohólicas (sin importar criterio organizativo alguno para dicha mezcla) que, sumados al estado de euforia y libertad sin condicionamientos que vibra en el aire, toman los sentidos por asalto, desinhibiendo al más cohibido, y empujando hacia el abismo cualquier rezago de cordura que uno pudiese haber guardado hasta el momento. Así comenzó nuestra noche.

Ko Phi Phi Don: el lugar que toda persona sueña conocer


El tiempo transcurrido en tierra firme había superado las expectativas puestas en un comienzo: una semana de permanencia en Krabi había sido más que suficiente como para recobrar energías. Ahora, la mira estaba puesta en un conjunto de islas ubicado a poco más de 40kms de tierra firme, sobre el mar de Andaman. 
Ko Phi Phi Don es la más importante de ellas en cuanto a tamaño, pero también en cuanto a desarrollo, ya que allí se encuentran prácticamente todos los alojamientos y servicios que los turistas puedan llegar a necesitar. Algunas otras islas, más pequeñas, sólo son visitadas durante el día por excursiones náuticas que recalan en ellas por breves períodos, sin habitantes permanentes o posibilidades de alojamientos turísticos.  Hasta allí llegamos utilizando los servicios de un moderno catamarán, en el cual Eliane, Henrique y yo, conoceríamos además a Javier y Elena, dos argentos con los que compartiríamos parte de nuestra estadía.  
En el pasado, Phi Phi ha sido famosa por su entorno verdaderamente increíble en el corazón de la costa de Andamán, la cual presenta arenas blancas y aguas turquesas y cristalinas, rodeadas de acantilados de piedra caliza, que le han valido la posibilidad de ser elegida como escenario natural para la filmación de la película “The Beach”, de Leonardo Di Caprio.  

Viajar es buscar tu identidad por contraste


Varios días pasaron durante los cuales compartí mi experiencia con Eliane y Henrique, estos chicos con quienes hemos ido formalizando una amistad que, bienaventurada, se fortalecería aún mucho más con el correr del tiempo. Pero su presencia y sus consejos serían (incluso sin intención de serlo) los disparadores de algunos de los momentos más difíciles de todo mi viaje; fueron el motor de un ida y vuelta permanente de ideas que deambulaban en mi cabeza, cargándome de preocupaciones y ahogándome al punto de sentir que una definición concreta era algo que precisaba de manera inminente.  
Ellos, oriundos de Minas Gerais (Brasil),  desde hace tiempo viven en Londres y, conversando acerca de mis intenciones de ganar algo de dinero para poder seguir viajando, insisten en que ese es el lugar que no debo dejar de visitar, aduciendo que están en condiciones de brindarme su ayuda para poder emplearme en alguna actividad, y el hecho de contar ya con una invitación segura en cuanto a dónde alojarme. Francamente,  debo admitir que la tentación es mucha ...

Un reencuentro con Amigos ..


Krabi Town se presenta como un pequeño paraíso para los escaladores, donde formaciones geológicas muy particulares brindan además, un efecto paisajístico increíble.   

Inmensos bloques ígneos se elevan por más de 100 metros de altura, tanto desde la tierra como en el agua, cubiertos por una profusa vegetación selvática y con una fisonomía especial. Este relieve, llamado kárstico, se origina a causa del proceso de meteorización química de determinadas rocas (como la caliza y el yeso), que están compuestas por minerales solubles en agua las cuales, tanto superficiales como subterráneas, van disolviendo las rocas y creando galerías y cuevas que, ya sea por hundimiento de tipo parcial o total, van formando dolinas, cañones, cuevas, estalactitas, estalagmitas, etc.  

El paisaje estaba ahí, al alcance de la mano, pero el hecho de dedicarme a la escalada con temperaturas que llegaban a oscilar los 40 grados no era algo que me entusiasmara demasiado, así que opté por disfrutar del lugar, pero de una manera más apacible y convencional. Decidí recorrer a pie cada rincón de este pequeño poblado hasta que, habiéndolo descubierto en su totalidad, me dediqué a visitar algunas de las playas cercanas (el verdadero motivo de mi estadía allí).