Mount Abu: una luna de miel perfecta


Atrás quedaba Udaipur, pero cualquier sensación de nostalgia fue dejada de lado ya que había encontrado un par de compañeros de viaje geniales (Fabrize y Laura), con quienes me disponía a seguir avanzando. No tenía un mapa trazado, así que me dispuse a seguirlos, y así fue que apareció en mi itinerario el próximo destino: Mount Abu.  



Casi una aldea, es el lugar de encuentro de las parejas indias en luna de miel. Un pueblito tranquilo, semi peatonal, a 1200mts de altura, enmarcado por cerros, promontorios rocosos, palmeras, campos alegres y generosos y dos lagos, que me hicieron acordar mucho a lugares como Tandil y Sierra de los Padres (la nostalgia pega!!!)...

El pueblo en sí es reconocido por la presencia de unos templos jainistas realizados en mármol (es un importante centro de peregrinación), que se cuentan entre las más bellas manifestaciones artísticas de este sub-continente. Construidos entre los siglos XI y XII, están dedicados a los "profetas" del jainismo (tirthankars).

Los Templos de Dilwara son realmente indescriptibles. Ladrillo y cemento por fuera, pero una verdadera obra maestra por dentro, donde el buen gusto y refinamiento se dejan ver en cada una de las figuras esculpidas a mano que forman el conjunto. Aunque de los 5 templos, el principal (Vimala Vasahi) es el que se lleva todos los galardones: figuras humanas, de animales y plantas, geométricas, etc.; una constelación de diseños que llevan hasta el máximo posible la noción de realidad en las formas, perfección en los detalles, y un gusto increíblemente sofisticado que, junto a una gran imaginación, se reflejan en cada una de las cientos de imágenes diferentes que hay en el lugar.

Son de destacar una "selva" de 48 columnas esculpidas; más de 50 celdas en las cuales se ubican distintas divinidades; una cúpula sobre la cual se ha trabajado la piedra creando una enorme flor de loto, y en la entrada del templo, una procesión de elefantes de mármol.

Según cuenta la leyenda, tanto refinamiento fue posible debido a la promesa que se les hizo a los artesanos y escultores que realizaron las obras: se les prometió el equivalente en plata del polvo de mármol. Una vez refinada la obra, los jainistas habrían solicitado refinarla aún más, pero esta vez, entregando oro en lugar de plata. 

Una verdadera lástima fue el hecho de que no se permitiera tomar fotografías dentro del complejo, ya que las imágenes habrían resultado realmente asombrosas. La preservación del lugar fue el argumento; la venta de postales con todas las imágenes, la forma. 

Dos días fueron más que suficientes para recorrer Mount Abu, así que tomamos la decisión de cargarnos las mochilas al hombro y proseguir viaje: de aquí en más, al corazón del desierto del Raj, límite con Paquistán, y lugar donde descubriría algunos de los más asombrosos atardeceres que se puedan imaginar.