Muchos eran los caminos a seguir, y a partir de ahora de manera solitaria. Debía escoger, y el norte fue la elección. El Templo Dorado llamaba poderosamente mi atención, y así fue que después de mucho andar, arribé a Amritsar, una ciudad ubicada a tan sólo 26kms del límite con Pakistán, y el lugar de peregrinación más importante de la comunidad Sijs, otra de las muchas religiones del subcontinente indio.
Kama Sutra, Medio Evo, y una despedida...
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