Kathmandú. Cautivante y misteriosa....

Pensar en Kathmandu es pensar en magia, historia, encanto, misticismo. Todo esto, y mucho más, conjugado con una arquitectura muy especial, y una vida sumamente ajetreada que invade sus calles. La ciudad nos recibió tarde por la noche, con un corte de luz generalizado, pero con un encanto y una vida que potenció la expectativa que teníamos puesta en este lugar.


Y no nos decepcionó... calles angostas, históricos templos y palacios por doquier, artesanos de todo tipo, mucha gente, turistas, un sin fin de vehículos en movimiento, gran despliegue policial, vacas, comercios con trozos de animales o pescados expuestos sobre la vereda y sin refrigeración, frutas, verduras, sadhus, etc.... un mundo diferente, que nos enamoraría, y donde pasaríamos prácticamente una semana.
La ciudad posee un hermoso casco histórico, conformado por algunas plazas y un sinfín de importantes edificios y templos, los cuales se van descubriendo dentro de un intrincado trazado urbano en el cual los vehículos a motor y la tracción a sangre compiten por imponerse, convirtiendo un simple paseo a pie, en una tarea que demanda un cierto esfuerzo físico, pero sobre todo, psicológico.
Durbar Square es, no una, sino la conjunción de tres plazas, que se convierten en el centro físico de la ciudad, marcando las pulsaciones de un mundo que por momentos, se mueve a un ritmo frenético, difícil de concebir para nuestra aletargada mentalidad occidental. En torno a esta “plaza principal” se encuentran además, algunos de los edificios más importantes, como el Palacio Real, algunos centenarios templos hinduistas, y la Casa de la Kumari, en la cual vive la Kumari Devi (ésta es una niña a quien se considera la reencarnación de la Diosa Durga, siendo venerada en este lugar por los integrantes de la casta newari).
Casi pegada a Durbar Square, se halla también Basantapur Square, una muy concurrida plaza, donde suele hallarse un mercado o feria artesanal, cuyo atractivo está conformado por lo variado de los productos que uno puede allí encontrar, y por ser el lugar elegido por muchos turistas para  proveerse de distintos tipos de elementos “alucinógenos”, que son ofrecidos sin muchos miramientos por quienes venden sus artesanías en los diferentes puestos.
Luego de una caminata de poco más de 15 minutos desde el corazón de la ciudad, se puede llegar también al barrio de Thamel, la zona turística más importante, en donde proliferan gran cantidad de restaurantes, bares, hoteles y lugares de entretenimiento nocturno, confiriéndole un aire bastante peculiar a este sector de la ciudad .... aunque Nosotros, un poco mas ajenos a esta onda, decidimos alojarnos en la "Freak Street" o calle de los raros (pegadito a Basantapur Square) donde se respira un aire más bohemio, ya que aquí se alojaron los hippies y primeros viajeros, cuando Nepal fue abierto al turismo por allá por la década del 70.-
Luego de varias caminatas por la ciudad en las cuales, nos dispusimos a conocer el "Monkey Temple" (el templo de peregrinación budista más importante de este país), y que lleva su nombre al hecho de que ha sido literalmente invadido por los macacos, quienes hacen de la suya entre la gente, aprovechando la tranquilidad del lugar, por situarse sobre una colina. Allí disfrutamos de hermosas vistas panorámicas, y observamos a un grupo de niños  divertirse jugando al fútbol, con sus vestimentas pertenecientes a una escuela de monjes budistas.
Si hay algo de lo que no puede privarse cualquier turista en esta ciudad, es la de brindarse la posibilidad de perderse en sus calles, caminando sin rumbo fijo, y dejando tan solo que ese mar intempestivo de gente que se mueve en oleadas permanentes, de un punto a otro, sea quien marque el ritmo de nuestros pies, y nos muestre el porqué de que aún hoy, Kathmandu siga siendo tan misteriosa y sorprendente, al mismo tiempo.
Así lo entendimos y así fue como, durante una semana, tan sólo nos dejamos llevar, impregnados de esa magia y misticismo que hacen de Kathmandú, un lugar sacado de un libro de cuentos… 





1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola! soy Vicky, una amiga de Naty Ruocco, me conto q estabas haciendo este viaje...la verdad lei tu blog te felicito por tu viaje! creo q es una experiencia unica la q estas haciendo, y q esto te da otra mirada de las cosas y de la vida!
Un beso y espero q sigas bien
Vicky